jueves, diciembre 01, 2005

Comentarios a este blog

Las siguientes son algunas de las opiniones que han anexado en nuestro blog www.periodismodeesperanza.blogspot.com algunos navegantes de la red. Otras fueron enviadas a mi correo por conocidos míos, pero las anexo porque comentan algunos artículos, o el proyecto en sí, del periodismo que busca soluciones e invita a la acción. Vienen de México, Perú y España, y algunos otros no traen dirección que les identifique. Pero es una buena noticia y el mejor regalo de cumpleaños porque ¡ya cumplimos 5 meses!... Es para festejarlo. ¡Salud!

1)
EL BLOG ME PARECE UN PROYECTO DE SUMO INTERÉS, POR LA RIQUEZA DE LAS
EXPERIENCIAS QUE SE NARRAN Y SOBRE TODO PORQUE PROPUGNAN POR UN PERIODISMO SOCIAL, RARO EN ESTOS TIEMPOS DE MERCADOTECNIA Y POLIARQUÍA INFORMATIVA.
DEFINITIVAMENTE TODOS LOS LECTORES DE ESTE BLOG ESTAMOS EN DEUDA.

Guillermo P.
México

2)
En el caso de México, considero que aún estamos pasando por un periodo de transición. Con los medios creo que es lo mismo. Estoy totalmente de acuerdo en que hay que reconsiderar el papel de los medios de información. Si bien es ideal que el periodismo de propuesta se practique en un país como en México, donde tanta gente está en busca de esperanza para pdoer salir adelante, por experiencia propia, pienso que hay pocos medios que vayan actualmente en ese sentido. Se han concentrado en dar a conocer información dura o ser, como alguna vez lo dijo un editor de El País, "voceros de las cúpulas del poder..."..han sido sólo un medio por el cuál se mandan mensajes que no tienen nada que ver con la realidad diaria que vive este país. Sin embargo, nosotros como periodistas podemos comenzar a poner nuestro granito de arena, y no quedarnos con la mera declaración del político de moda y buscar más allá...y como dice el texto, proponer soluciones a las malas noticias que venden tanto. Yo en lo personal, he dejado de publicar, pero creo que incluso desde donde trabajo ahora, una oficina de Comunicación Social, puedo esforzarme en ese sentido.

Hanako

3)
hola. buen blog. me acaban de hacer leer el artículo de javier darío restrepo en un curso de periodismo. se me hace muy interesante la idea. me recordó agradablemente a cortázar haciendo la diferencia entre el lector macho y el lector hembra. Aún así, falta mucho para lograr el "periodismo de esperanza", en especial considerando que la sociedad, en estos tiempos de terrorismo informativo, no es crítica ni cuestiona lo que se le presenta y menos aún se implica. solamente "lo sufre".
me gustaría que dijeran más específicamente quienes son los que manejan este blog.
un gran saludo.
Issa

4)
Sus reflexiones sobre lo que ven y sobre el periodismo de "esperanza" nos alientan a aquellos que dejamos, por razones más que personales estúpidas, nuestros sueños estacionados.

Anónimo

5)
Hola, amigos del grupo de Periodismo de Esperanza.
Me alegra encontrar gente con altos ideales especialmente en éste campo del Periodismo.
Felicitaciones por el trabajo que realizan. Sigan adelante!
Me gustaría hacer réplica en mi País (Perú), de los temas de Periodismo de Esperanza.
Si tienen materiales al respecto, en Power Point para seminarios, talleres, conferencias; por favor envienme.
Gracias anticipadamente,

Ruthy Chalco Mendoza
PRODUCTORA EJECUTIVA NT

6)
Marcela:

Creo que de alguna forma me vi reflejado en tu escrito cuando hablas de las broncas que pasa uno en este bello oficio. Broncas inherentes, gajes del oficio, como los que a veces enfrentas con tus jefes inmediatos, para convercerlos del interés público que representa la nota o el reportaje que les presentas.
O con la frustración que sientes cuando de pronto "el de arriba" decide descontinuar una serie de informaciones sin ofrecer explicación alguna, dejándo vestidos y alborotados no sólo a tí, sino también a todos aquellos ciudadanos que habían confiado en que finalmente un medio de comunicación los estaría pelando en sus problemas.
Esto último es lo que me hace ponerme verde -como Hulk-, sobre todo cuando sabes que los reclamos de la gente son justos.
Me identifico además cuando haces mención de lo que estimula más a un reportero. Reconforta saber que uno contribuye, desde tu posición, para arreglar un problema social. Cuando no se logra, por algún motivo, es cuando surge la frustración.
Sin embargo, la dinámica de este trabajo a veces no te da tiempo de lamentar el tropiezo.
En lo particular, esos pequeños fracasos me han eseñado a retomar los asuntos con mayor precisión e insistir, ofreciendo mayores argumentos, para que finalmente los editores "compren" la idea.
(Quizá sin saberlo, con su predisposición y prejuicios, estos últimos me han convertido en un reportero terco. Aclaro que no tengo nada en su contra de los editores, inclusive tengo buenos amigos en esos puestos, pero en ocasiones dan la apariencia de ser unos entes con atole en la sangre, con una visión que no va más allá de su escritorio. Batalla para ponerme en sus zapatos, más cuando sólo les interesa conservar su puesto)
Por otro lado, para los reporteros casados o solteros, que en alguna ocasión se hayan visto frustrados por el hecho de no ver realizado su mayor anhelo, que es ver publicadas sus notas, encuentran en sus familias apoyo y comprensión, sobre todo cuando se anda con el pico caido.
Sus porras, al igual que las de los amigos y colegas, a veces se necesitan.
No quisiera generalizar en el caso de los casados, ya que conozco a compañeros cuyas esposas no soportaron a la otra ( la prensa, claro) y terminaron divorciados. Habrá estadísticas al respecto? En fin, no quiero aburrite con más rollo.
Estoy seguro que tu propuesta habrá de motivar a otros compañeros a compartir sus pensamientos y, porqué no, también a que algunas empresas periodisticas renuentes a transparentar su quehacer diario, retomen el ejemplo y hagan lo propio
Saludos desde Juárez.
Un reportero de
EL DIARIO

7)
Agradezco mucho que hayas dado respuesta a mi
e-mail, y pues como lo mencione es interesante el que
una periodista conciba su ejercicio diario como una
forma poco ortodoxa, y que busque transitar del
periodismo corporativo hacia un periodismo más cercano
a la gente, que busque las causas de lo que afecta a
la gente de a pie, pero que tambien proponga
soluciones al alcance de las personas.
Llegué al blog, gracias al link que tienen en
La Crónica, lo encontré buscando un articulo del Maestro Carreño Carlón. Sus últimas colaboraciones han estado enfocadas a
realizar análisis comparativos sobre la ética de los
periodistas de EEUU y de México. Creo que con su
experiencia, y aunque podamos estar de acuerdo o no
con sus enfoques, ha logrado poner en la agenda de los
medios este tipo de debates.
Finalment, te quiero comentar, que creo sin temor a
caer en blofeo, o en el comentario adulador, que la
labor que están haciendo nos hace a los lectores
considerar que nuestro planeta es un lugar
apasionante, que vale la pena que sea conocido,
comprendido y salvado.
Hay pocos periodistas de los que habla Ryszard Kapuscinski, que
trabajan dando muestras de abnegación y de dedicación,
con entusiasmo y espíritu de sacrificio, renunciando a
las facilidades y al bienestar, con el único objetivo
de dar testimonio del mundo que nos rodea y de la
multitud de peligros y esperanzas que entraña.

GP
Analista de medios "amateur".

8)
Hola Marcela,

Estuve leyendo el glob, me pareció muy interesante. A las preguntas que te haces sobre si es primero la persona que la noticia, no tengo duda que es más importante salvar a las personas que a la Humanidad. No porque salvar a la Humanidad no sea el fin de cualquier trabajo ya sea periodístico, médico, judicial, político y hasta policial si me pongo, pero lo único que podemos hacer los seres humanos es salvar personas y sacrificar, si es necesario, la noticia, nuestro trabajo y hasta nuestra vida.
Claro que esta es mi opinión general, luego entro en perfecta sintonía con lo que dices de que cada caso, cada momento es un mundo. La vida es así para todos, tengamos el oficio que tengamos.
¿Puede una auxiliadora social dejar su trabajo y convertirse en periodista por un día en caso de necesidad? Todo depende de cuál sea la verdadera necesidad.
Respecto a la idea general de trabajar por la esperanza, que no por el optimismo, no encuentro otro medio, no sólo de trabajar, sino de sobrevivir. Últimamente, mis amigos que sufren que los medios sólo deseen hacer programas nocivos con mucha audiencia están pasando por una especie de depresión extraña, y todos sabemos que la depresión no es sino una complicada falta de confianza en la esperanza.
Pero no es real. El mundo del mercado no es real, si acaso es realista que es una ínfima parte de la realidad; del mismo modo pienso que la Economía no es real, es completamente absurda, se basa en el realismo, en hechos pasados, para subsistir, pero ningún economista sabe vaticinar el futuro ni trabajar en él: son meros vendedores de humo, sacerdotes de un universo que no saben cómo funciona; pero como muy bien dices, la gente no es tonta y aunque calla, sabe escuchar. Eso me ha pasado toda mi vida y he podido comprobarlo.
Uno nunca está completamente solo. Y aunque algunos sentimientos nos abandonen y queramos lanzar todo por la borda, los encontraremos a la vuelta del camino. Y si no, tampoco somos tan importantes para la Humanidad, nos debemos en mayor medida a la gente que nos necesita y que tenemos más cerca. Y eso podemos hacerlo desde nuestro carrito de tamales, la mesa presidencial, bajo un horrendo burka, en la cárcel o bajo el mando militar. Nunca debemos olvidar ser personas, cuando trabajamos para personas. También trabajamos para nosotros mismos y para nuestros corazones.
SEGUNDA PARTE
No entiendo por qué en el grupo de discusión no entran en un debate interesante acerca del periodismo actual. ¿Dan las cosas por hecho, aunque puedan equivocarse? Es cierto que mucha gente hoy en día, en España por ejemplo, cuando les hablas de reflexionar sobre lo que están haciendo -sobre todo si lo que hacen les da bastante dinero- se ponen enfermos, porque uno, como dice el refrán, no puede servir a Dios y al Diablo. Si están sirviendo al Diablo, con sus titulares, sus pompas y sus obras te llamarán -con gran razón, al menos semántica- "fanático". Aquí les hablé a algunas personas del "periodismo de la Esperanza" y abrieron una gran sonrisa mientras decían: "Qué bonito". Y nos enzarzamos en una larga charla.

Tal vez deban abrir el debate más allá de sus conocidos.

Antonio
Periodista español, columnista, humorista que trabaja en la televisión

9)
Mil felicidades por este nuevo proyecto que deseo que crezca y que se haga realidad, hay mucho que prender de esto.

Pues hablando un poco más de moral y etica, tambien en mi rubro (periodismo de viajes) hay de donde trabajarlas, de hecho los viajeros pueden hacer mucho daño a las comunidades que visitan, modifican drasticamente sus habitos y hacen que se pierda el arraigo cultural y el orgullo de ser quienes son. El aspecto positivo es también interesante, al viajar especialmente de mochila y con tiempo te permite conocer más a fondo las comunidades y su problematica; es interesante cuando se crea un verdaderos intercambio en el que ellos parenden de ti y tu de ellos y se da esto con un respeto absoluto.

Uno de los libros de crónicas viajeras, que lei durante mi estancia en Asia, fue escrito por un periodista al que le pidieron el divorcio y se dio a la fuga a Asia, a su regreso desidio dejar el periodismo y convertirse en taxista y fundo Backpack Nation, pensando que las ONG son una burla, muchas son un fraude y pocas veces logran dar una verdadera ayuda, su teoria es que uno puede ayudar a pequeños proyectos o personas que lo necesiten, cada año viajeros de todo el mundo envian a backpack nation una historia con algun proyecto, estos proyectos generalmente se ponen en marcha con poco dinero: mil dólares. Cuando existe un fondo recaudado gracias a donaciones, se ponen a votación las historias y la que gana se lleva el dinero que se donará exclusivamente a ese proyecto, además sin intervenciones bancarias o de gobiernos, el dinero va de mano a mano, el viajero debe regresar o idear la forma de hacer llegar el dinero a su proyecto. Gente ayudando gente, gente que estuve en al comunidad y conoce exactamente la necesidad más importante de la misma.

Alicia B.
México

10)
Felicidades primero por interesarte en el
debate, la deliberación y el trabajo pensante sobre el periodismo. En
este oficio casi nulas veces nos damos el tiémpo para reflexionar por
qué nos dedicamos a esto, por qué queremos seguir, cómo deseamos
continuar, cuáles son nuestras fortalezas, nuestros vicios, nuestras
debilides, pero sobre todo, qué podemos hacer o que está a nuestro
alcalce para mejorar la labor de cada uno y la de la empresa donde
trabajamos. La mayoría de mis compañeros, por ejemplo, cuando no
están conformes con algo no dicen lo que piensan y mucho menos
proponen, sin embargo, podrían salir cosas padrídimas de la
provocación crítica.

Selene
Guadalajara

11)
Marcela: Me vi reflejado en algunos pasajes de tu texto y también confesarte que desde hace varios meses (o años) atravieso un a crisis vocacional.
Yo me digo periodista (de deportes, pero periodista) y a menudo me siento tan mal de llegar a mi oficina, sentarme detrás de la computadora y de vez en cuando salir a reportear... El mundo sigue girando afuera mientras yo sigo aquí, aplastado, haciéndole dizque al editor de una revista de futbol, leyendo y criticando todo y a todos, aplastadote, sin hacer nada...
Tu texto me movio y ya veré qué hacer paara quitarme esta pereza.

Saludos
Roberto,
Revista deportiva mexicana

12)Por curiosidad entre a este blog, ahora por identificación seguiré sus notas.
Fui reportera 10 años, ahora, desde el ejercicio público, te puedo decir Marcela, que se encuentran algunas respuestas a la "crisis vocacional" que mencionas.

Ser puente entre lo necesario y lo posible es la pregunta eterna de la conciencia social. Te puedo decir que luego de 5 años, siento la misma frustración cuando "debo cumplir con el manual de trámites" para resolver la posibilidad de llevar algo de ingreso a una familia, que es la diferencia entre comer o no hacerlo; pero el ejercicio público me ha permitido conocer la fragilidad humana y tener algunos pequeños logros, como a la persona que le resolví una duda, al que lo acerqué a sus trámites de becas, que le dí una respuesta a sus inquietudes y hasta a quien escuche por más de dos horas quejándose de sus hijos.

Ojalá, más periodistas tengan crisis vocacionales, porque ello permite humanizar el ejercicio de la comunicación y a la vez, poder compartir experiencias que mejoren el ejercicio de la administración pública.

Un abrazo fraterno.
María Inés
Funcionaria delg obierno del DF

4. DIAGNÓSTICO: LAS NOTICIAS ESTÁN ROBANDO LA ESPERANZA A LA GENTE

Quiero compartirles esta entrevista que hice, a principios de año, a Ignacio Ramonet. Se las recomiendo porque es muy esclarecedora. Habla de esa sesación que todos hemos tenido de que algo falta en el periodismo, que dejó de ser lo que era, que sirve a intereses que no son los ciudadanos y que transmite una ideología que roba la fe. Al salir de esta entrevista me surgió la necesidad de crear una "red" entre periodistas para manetener la lucidez, la profesionalidad laboral y la esperanza. Así como la necesidad de planear una estrategia para resistir a esta tendencia del periodismo intoxicante, del que burocratiza la profesión. De todo esto habla este filósofo de la comunicación.
Si les mueve en algo, no duden en compartirlo. Un abrazo.


ENTREVISTA A IGNACIO RAMONET
Por Marcela Turati


Llegó el momento de regular a los medios de comunicación pues traicionaron su objetivo de defender a los ciudadanos y se convirtieron en perros guardianes del orden establecido, diagnostica el intelectual hispanofrancés Ignacio Ramonet.
En cada foro que pisa lanza esa idea, antecedida por su denuncia de que el Cuarto Poder ya no es un contrapeso de los poderes que decía vigilar, porque cínicamente se entregó a ellos y abandonó las causas ciudadanas.
Esta afrenta soltada a rajatabla y de cara a los propios medios se oye como algo no propio para un periodista y respetable teórico de la comunicación cuyos libros son obligatorios en facultades de periodismo. Pero es de esperarse viniendo del director del rotativo francés Le Monde Diplomatique, el mensuario de referencia para quienes se oponen al pensamiento único y desean una globalización de otro tipo.
Según su diagnóstico, los grandes medios envenenan el espíritu de sus consumidores, provocan una intoxicación masiva, roban la esperanza general, difunden ideas contrarias a la sociedad y traicionan su misión de aliados de los ciudadanos y correctores de los disfuncionamientos de la democracia. En lugar de ello, reclama, se convirtieron en vigilantes del orden establecido y propagandistas del decálogo neoliberal.
Por ello propone la ecológica tarea de separar la información de la marea negra de mentiras intoxicantes con la que llega mezclada. El filtro propuesto para esa descontaminadora tarea es crear otro poder que vigile al “súper poder mediático”. Un Quinto Poder Ciudadano.
"La creación de un observatorio de medios es mi propuesta para disponer de un arma única, masiva, efectiva. En vez de crear una ley de regularización de los medios, que es discutible, los ciudadanos tienen que organizarse para ser vigilantes de la información", explica el intelectual que imparte clases en universidades de España, Francia Rusia y asesora a la ONU.
Su propuesta parte de una premisa básica: la información es un bien común público y, por ello, su calidad no puede estar garantizada únicamente por dueños de medios. Muchos menos, cuando éstos consideran a la información como mera mercancía.
Esta idea que presentó en sociedad en el 2002 --en el Foro Social Mundial, del que es uno de los ideólogos-- la concretó meses después. Y hoy, con poco más de tres años de vida, el Observatorio Ciudadano de Medios (o "Media Watch Global") es el experimento viviente con el que pretende demostrar que, a través del control ciudadano, una prensa orgánica es posible.

--¿Cómo fue que los medios dejaron su papel de guardianes de los ciudadanos y pasaron a ser guardianes del orden establecido? ¿Cómo abandonan su papel de Cuarto Poder?

IGNACIO RAMONET--La idea del Cuarto Poder es una invención de los intelectuales franceses de finales del siglo XIX cuando, utilizando la opinión pública, se consigue detener una decisión gubernamental importante. Es lo que se llamó el caso Dreyfuss, cuando el escritor
Emile Zolá publicó en la primera plana de un periódico un artículo titulado “Yo acuso”, para acusar al gobierno, de haberle mentido a la nación haciendo un proceso a un oficial del ejército por traición a la patria cuando en realidad lo estaban juzgando prácticamente por ser judío.
O sea, denunció un antisemitismo de Estado, pues él no era culpable de traición. Esto crea una polémica nacional, el gobierno tiene que ceder y el hombre sale de la cárcel.
Los poderes tradicionales son el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, esos eran los tres poderes para que pudiera funcionar la sociedad de manera armoniosa y libre.
Cada uno de esos poderes puede funcionar pero puede cometer errores. Hay miles de casos en que los tribunales condenan a inocentes o se hacen leyes discriminatorias, aún en las democracias.
¿Quién puede denunciar esto cuando el gobierno que toma esas decisiones es democrático? El poder de los medios, el poder de la información: es el Cuarto Poder, que es un contrapeso a los poderes en el marco democrático, o es también un corrector de una especie de abuso estructural de la cuestión.

--¿Y cómo fue que los medios de comunicación pervirtieron su misión?

IR--Aunque nunca hubo una edad de oro del periodismo, en la que los periodistas eran magníficos o la prensa estupenda, sí podemos decir que hubo una época en que
muchos periodistas pensaban que dentro del marco de lo que siempre ha sido un negocio, había un proyecto cívico. Y algunos periódicos lo hicieron.
Repito: siempre ha existido prensa de mala calidad, pero siempre ha existido a la vez una prensa con aspiraciones más constructivas, de construir no sólo opinión pública, sino construir sociedad.
Con el avance actual de la globalización, la globalización tiene como tentación mercantilizarlo todo y la información es esencialmente una mercancía por estos mega grupos de comunicación que han aparecido en la segunda mitad de los años 90, que son grupos que poseen muchos medios de prensa escrita, radios, televisiones, Internet y muchas más cosas, como música o equipos deportivos.
Aparecen estos grupos como actores de la globalización y su proyecto es puramente de rentabilidad, el mero objetivo de la prensa, para ellos, es ganar dinero. Y todos han copiado este modelo.

--¿Cuál es la ideología que difunden estos grupos periodísticos?

IR--El Cuarto Poder como contrapoder ya no tiene sentido. Todos ellos difunden
esta idea de que el neoliberalismo es bueno para todo: las privatizaciones, la apertura de las fronteras, la idea de que hay que reducir al Estado, los impuestos y las tasas, desaparecer sindicatos, privatizar la salud y la escuela y todo el sistema cultural; que la cultura no debe ser ayudada por el Estado, etcétera.
Todas estas ideas, que son los diez mandamientos de la globalización, están defendidas por todas estas corporaciones.
Siguiendo con el Cuarto Poder, ese poder se ha añadido a los poderes tradicionales. Antes el ciudadano podía estar oprimido por los otros tres poderes, pero hoy la prensa pasa a ser un opresor más en la medida que no le da buena información, le da una información que puede ser mentirosa o que puede tener un interés que no toma en cuenta el interés del ciudadano.
La manera más común de no respetar la verdad que tienen los periódicos, no es mintiendo, es sólo ocultando la verdad, no dando la noticia. El ocultamiento es una forma bastante frecuente.

--Entonces, ¿si antes los medios recibían “línea” del gobierno, ahora
reciben una “línea” empresarial?

IR---Es la línea de la empresa, exacto. Ahora los medios defienden el patriotismo de la empresa no el patriotismo del gobierno. Se ha pasado de una dependencia a otra dependencia. Pero el problema es que antes, la otra dependencia era conocida.
Ahora se dice que la prensa es libre pero se ha pasado de una dependencia del poder político a una dependencia del poder económico.

-- Es cierto que ahora cualquiera puede ‘pegarle’ al gobierno sin consecuencias.

IR--Para mí es la prueba de que hemos cambiado de época, porque al verdadero poder nunca se le toca y siempre es muy peligroso tocarlo. Lo que ocurre actualmente es que hemos cambiado de centro de poder.
Los gobiernos tienen mucho menos poder hoy que el que tenían antes, porque el poder lo tienen las empresas. En el marco de la globalización, el poder número uno es el económico.
¿Cómo lo podemos ver? Porque el poder mediático se pasa la vida atacando al poder político, tirándolo por los suelos, tratándolo de corrupto, de vendido, de inepto. Pero nadie toca al poder económico, al contrario, todos los medios están haciendo el elogio
todos los días de la globalización. ¡Es la prueba!
El primer poder es el poder económico, el segundo es el mediático y sólo el tercero es el político.

--¿Cómo nos envenena la prensa?

IR-- Es equiparable con la alimentación. Por una parte tienes en los países desarrollados una variedad de productos que no había antes --pues antes la comida era escasa y la gente moría de hambre--, pero desde la revolución agrícola hay una súper producción de comida. Pero te das cuenta de que está contaminada por plaguicidas, mal elaborada, envenenada y produce la muerte.
Pasa lo mismo con la prensa: en las dictaduras no se permitía la información y la que había no era fiable; en cambio, en los países democráticos la información es súper abundante, pero está contaminada. Hay mucha información ¡y ahora gratuita!
Esta prensa, poquito a poco, sin que nos demos cuenta, nos envenena en esta abundancia, por sobresaturación.
En el New York Times del fin de semana tienes tanta información como toda la que podía consumir durante toda su vida alguien como Cervantes. Es decir que en el siglo XVII una vida entera te permitía adquirir las informaciones que hoy puedes adquirir al leer un periódico.
La saturación es tal que vivimos en un laberinto de la información ( ...) Hay tanta información que la información te impide llegar a la información.
Y aunque hay una sobreabundancia de información, la información en todos lados es la misma. Hay un sistema de monólogo, jamás ha habido tan poca variedad de información, es la clonación de la información.
Entonces, ¿de qué sirve que haya miles de medios, si en realidad hay como máximo un discurso? ¡Ahí está la censura, esa es la censura moderna!


--¿La solución es el observatorio de medios?

IR-- No es “la” solución...

--¿Por qué no regular mediante leyes?

IR-- No creo mucho en las leyes porque esas leyes van a ser brutalmente combatidas,
porque los medios conducen esta batalla en nombre de lo que ellos llaman la libertad de expresión, pero es en nombre de la libertad de empresa...

--Pero en ciertos casos, cuando se trata de regular a la prensa, se busca imponer reglas para que no 'toquen' a los políticos, imponer lo que llamamos la ley mordaza.

IR-- Ahí entramos a un debate que pudre a la sociedad, porque todo mundo tiene razón. Cuando un gobierno quiere hacer una ley, limitando en el marco democrático, es un problema.
Los periodistas y propietarios de medios tienen razón cuando dicen que
es una ley mordaza. Y el gobierno tiene razón cuando dice que no se puede permitir que los medios hagan lo que les da la gana, porque en realidad lo que hacen es atacar al gobierno en nombre de una ideología diferente.
Tenemos el ejemplo de Venezuela, donde lo han hecho no en nombre de la verdad ni del profesionalismo.

--Usted decía que los medios han confundido la libertad de expresión con la libertad de empresa

IR-- Si un medio, utilizando métodos totalmente criticables, difunde mentiras, falsedades, calumnias contra el gobierno y si el gobierno dice que lo están calumniando el medio inmediatamente dice: “Nos quieren clausurar”.
Evidentemente van a utilizar el argumento de la libertad de expresión, pero muy
frecuentemente lo confunden con la libertad de empresa.
Ellos consideran que porque son una empresa que está en el sector de la comunicación, todo les está permitido. Como a toda empresa hay que respetarlas cuando se respetan correctamente desde el punto de vista legal, del social, pero el hecho de ser una empresa de comunicación no la hace superior a cualquier otra empresa.
De hecho, cuando hurgas, te das cuenta que defienden la libertad de empresa y cuando
defienden el neoliberalismo, la globalización, están defendiendo a la empresa por encima de la libertad de expresión.

--Una solución, entonces, es la creación de observatorios.

IR-- Entiendo que los países hagan leyes, pero lo que propongo es que haya una verdadera movilización ciudadana porque en la época en la que estamos el poder que nos queda es el de los ciudadanos movilizados. Aún podemos utilizarlo.
Hay una hiper potencia que es Estados Unidos y hay otra hiper potencia que vemos en Porto Alegre, que es la ciudadana.

--Pero esa potencia no pudo parar la guerra de Irak, con todo y sus manifestaciones masivas.

IR-- Pasó porque no están organizados, pero es una fuerza moral. Y en realidad, (EU) tampoco ha podido ganar la guerra en Irak y probablemente no la van a ganar
¿Y quién está resistiendo? La sociedad iraquí.
En definitiva, a veces se pierden batallas, pero ahí es donde se puede ganar.
Esa segunda hiperpotencia no está organizada en términos de poder, sólo de resistencia. Hay que inspirarse de organizaciones que han podido llevar a cabo una lucha.

--¿Cómo funciona el observatorio?

IR-- Su fuerza es moral. El observatorio pretende reunir a tres tipos de personas. Primero, a periodistas, que son los primeros interesados; segundo a universitarios, pues son los mejores especialistas de la comunicación y quienes mejor conocen el funcionamiento de los medios porque llevan años estudiándolos; y tercero, a usuarios porque son los
que están consumiendo los medios, y entre ellos puede haber personalidades
morales --filósofos, escritores, jueces, abogados-- que pueden servirnos.
Asociando estos tres tipos que deben estar representados de manera equitativa, podemos constituir un observatorio que imponga el respeto a todo el mundo.

--Deme casos en los que haya funcionado.

IR-- Por ejemplo, a Venezuela llegaron especialistas del mundo entero para ver y denunciar la situación, porque antes sólo se oía a los propietarios de los medios venezolanos denunciando la situación y el mundo entero creía que tenían razón. Hasta que vinieron y vieron.

--¿Cómo operan los observatorios?

IR-- En sus sitios de Internet difunden información porque, hoy día, la información es una necesidad. Lo que necesitan los periodistas es tener más conocimiento sobre su propia práctica, porque la mera práctica de la profesión no les permite forzosamente
perfeccionarse si no ven en qué territorio están. Y una de las profesiones cuyo territorio más se ha modificado los últimos 10 años es esta.
De ahí la necesidad de una reflexión teórica permanente, que el observatorio hace.
El observatorio primero analiza el funcionamiento de los medios en un momento preciso.
Por ejemplo, el brasileño observó la cobertura durante la campaña electoral y lanzó informes extremadamente serios, hechos por varios especialistas. Sus análisis muestran cómo se pueden tomar libertades con respecto a la verdad. Un observatorio puede lanzar campañas de boicoteo de medios o, en última instancia, lanzar consignas de manifestaciones delante de la puerta de un medio. O, como ocurrió en Francia, que convocó a una manifestación afuera del Ministerio de la Comunicación porque había un proyecto de privatización de medios.

-- ¿Y los medios han cambiado a raíz el surgimiento de los observatorios?

IR-- Bueno, el observatorio existe desde hace muy poco tiempo como para cambiar. Pero en Venezuela ha cambiado. Contrariamente a lo que creemos, se ha demostrado que
los medios de comunicación no son capaces de movilizar a la opinión pública, pese a su fuerza mediática descomunal. El efecto del observatorio ha permitido contrarrestar esta campaña, se han creado infinidad de medios alternativos y el gobierno he hecho una ley para evitar los ataques no fundados, no contra la política sino contra las personas.

--¿Y realmente la gente compra esta prensa de calidad que ustedes buscan fomentar? ¿Hay relación entre calidad y rentabilidad?

IR-- Hay dos fenómenos contradictorios. En todos nuestros países --en México como Brasil o Francia-- hoy día hay muchas más personas con estudios secundarios
y superiores que con respecto a hace 20, 30 años; pero la calidad la información ha
disminuido. Es contradictorio.
No es normal que un país tenga un nivel educacional mejor y que al mismo tiempo el nivel mediático haya disminuido. La gente que ha hecho estudios está frustrada cuando consume la información que consume.
Tú no puedes educarte, ser crítico y de repente ver que las noticias te las da un payaso. Ahí hay un fenómeno que no corresponde.
Hay cada vez hay más gente que consume los telediarios o la prensa porque es lo único que hay, pero está reclamando una información de calidad. Es como la alimentación: la gente está consumiendo alimentos orgánicos, que valen más caros de lo normal. Hay gente que está dispuesta a pagar más en alimentación si tiene garantía que los alimentos no tienen pesticidas.
Hoy día lo que quisiera es llegar a un kiosco y comprar prensa orgánica. Quisiera decir: “Oiga, ¿me garantiza que este periódico dice la verdad, que no miente? No me importa si es de derechas o de izquierdas, eso me da igual, lo que quiero es que me de hechos serio, objetivos, verificados”.
Sí hay gente que está dispuesta a pagar más, lo que pasa es que la prensa esa orgánica no existe. Bueno, ahí está nuestro periódico (Le Monde Diplomatique).

--¿Qué podemos hacer los periodistas para acompañar este proceso?

IR-- Es absurdo que sean héroes y que se salgan de sus periódicos. Todos conocemos a colegas muy honestos que trabajan para periódicos y tienen que ganarse la vida. Y qué bueno que están ahí porque defienden una forma de periodismo diferente --en la medida de sus posibilidades-- porque evidentemente hay un posibilismo.
En la medida en que hay un observatorio, los periodistas nos pueden ayudar a informar lo que no funciona, y si no, este es el momento de crear nuevos
periódicos. Esta generación debe ser la creadora de estos medios orgánicos organizados en redes.