jueves, diciembre 01, 2005

4. DIAGNÓSTICO: LAS NOTICIAS ESTÁN ROBANDO LA ESPERANZA A LA GENTE

Quiero compartirles esta entrevista que hice, a principios de año, a Ignacio Ramonet. Se las recomiendo porque es muy esclarecedora. Habla de esa sesación que todos hemos tenido de que algo falta en el periodismo, que dejó de ser lo que era, que sirve a intereses que no son los ciudadanos y que transmite una ideología que roba la fe. Al salir de esta entrevista me surgió la necesidad de crear una "red" entre periodistas para manetener la lucidez, la profesionalidad laboral y la esperanza. Así como la necesidad de planear una estrategia para resistir a esta tendencia del periodismo intoxicante, del que burocratiza la profesión. De todo esto habla este filósofo de la comunicación.
Si les mueve en algo, no duden en compartirlo. Un abrazo.


ENTREVISTA A IGNACIO RAMONET
Por Marcela Turati


Llegó el momento de regular a los medios de comunicación pues traicionaron su objetivo de defender a los ciudadanos y se convirtieron en perros guardianes del orden establecido, diagnostica el intelectual hispanofrancés Ignacio Ramonet.
En cada foro que pisa lanza esa idea, antecedida por su denuncia de que el Cuarto Poder ya no es un contrapeso de los poderes que decía vigilar, porque cínicamente se entregó a ellos y abandonó las causas ciudadanas.
Esta afrenta soltada a rajatabla y de cara a los propios medios se oye como algo no propio para un periodista y respetable teórico de la comunicación cuyos libros son obligatorios en facultades de periodismo. Pero es de esperarse viniendo del director del rotativo francés Le Monde Diplomatique, el mensuario de referencia para quienes se oponen al pensamiento único y desean una globalización de otro tipo.
Según su diagnóstico, los grandes medios envenenan el espíritu de sus consumidores, provocan una intoxicación masiva, roban la esperanza general, difunden ideas contrarias a la sociedad y traicionan su misión de aliados de los ciudadanos y correctores de los disfuncionamientos de la democracia. En lugar de ello, reclama, se convirtieron en vigilantes del orden establecido y propagandistas del decálogo neoliberal.
Por ello propone la ecológica tarea de separar la información de la marea negra de mentiras intoxicantes con la que llega mezclada. El filtro propuesto para esa descontaminadora tarea es crear otro poder que vigile al “súper poder mediático”. Un Quinto Poder Ciudadano.
"La creación de un observatorio de medios es mi propuesta para disponer de un arma única, masiva, efectiva. En vez de crear una ley de regularización de los medios, que es discutible, los ciudadanos tienen que organizarse para ser vigilantes de la información", explica el intelectual que imparte clases en universidades de España, Francia Rusia y asesora a la ONU.
Su propuesta parte de una premisa básica: la información es un bien común público y, por ello, su calidad no puede estar garantizada únicamente por dueños de medios. Muchos menos, cuando éstos consideran a la información como mera mercancía.
Esta idea que presentó en sociedad en el 2002 --en el Foro Social Mundial, del que es uno de los ideólogos-- la concretó meses después. Y hoy, con poco más de tres años de vida, el Observatorio Ciudadano de Medios (o "Media Watch Global") es el experimento viviente con el que pretende demostrar que, a través del control ciudadano, una prensa orgánica es posible.

--¿Cómo fue que los medios dejaron su papel de guardianes de los ciudadanos y pasaron a ser guardianes del orden establecido? ¿Cómo abandonan su papel de Cuarto Poder?

IGNACIO RAMONET--La idea del Cuarto Poder es una invención de los intelectuales franceses de finales del siglo XIX cuando, utilizando la opinión pública, se consigue detener una decisión gubernamental importante. Es lo que se llamó el caso Dreyfuss, cuando el escritor
Emile Zolá publicó en la primera plana de un periódico un artículo titulado “Yo acuso”, para acusar al gobierno, de haberle mentido a la nación haciendo un proceso a un oficial del ejército por traición a la patria cuando en realidad lo estaban juzgando prácticamente por ser judío.
O sea, denunció un antisemitismo de Estado, pues él no era culpable de traición. Esto crea una polémica nacional, el gobierno tiene que ceder y el hombre sale de la cárcel.
Los poderes tradicionales son el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, esos eran los tres poderes para que pudiera funcionar la sociedad de manera armoniosa y libre.
Cada uno de esos poderes puede funcionar pero puede cometer errores. Hay miles de casos en que los tribunales condenan a inocentes o se hacen leyes discriminatorias, aún en las democracias.
¿Quién puede denunciar esto cuando el gobierno que toma esas decisiones es democrático? El poder de los medios, el poder de la información: es el Cuarto Poder, que es un contrapeso a los poderes en el marco democrático, o es también un corrector de una especie de abuso estructural de la cuestión.

--¿Y cómo fue que los medios de comunicación pervirtieron su misión?

IR--Aunque nunca hubo una edad de oro del periodismo, en la que los periodistas eran magníficos o la prensa estupenda, sí podemos decir que hubo una época en que
muchos periodistas pensaban que dentro del marco de lo que siempre ha sido un negocio, había un proyecto cívico. Y algunos periódicos lo hicieron.
Repito: siempre ha existido prensa de mala calidad, pero siempre ha existido a la vez una prensa con aspiraciones más constructivas, de construir no sólo opinión pública, sino construir sociedad.
Con el avance actual de la globalización, la globalización tiene como tentación mercantilizarlo todo y la información es esencialmente una mercancía por estos mega grupos de comunicación que han aparecido en la segunda mitad de los años 90, que son grupos que poseen muchos medios de prensa escrita, radios, televisiones, Internet y muchas más cosas, como música o equipos deportivos.
Aparecen estos grupos como actores de la globalización y su proyecto es puramente de rentabilidad, el mero objetivo de la prensa, para ellos, es ganar dinero. Y todos han copiado este modelo.

--¿Cuál es la ideología que difunden estos grupos periodísticos?

IR--El Cuarto Poder como contrapoder ya no tiene sentido. Todos ellos difunden
esta idea de que el neoliberalismo es bueno para todo: las privatizaciones, la apertura de las fronteras, la idea de que hay que reducir al Estado, los impuestos y las tasas, desaparecer sindicatos, privatizar la salud y la escuela y todo el sistema cultural; que la cultura no debe ser ayudada por el Estado, etcétera.
Todas estas ideas, que son los diez mandamientos de la globalización, están defendidas por todas estas corporaciones.
Siguiendo con el Cuarto Poder, ese poder se ha añadido a los poderes tradicionales. Antes el ciudadano podía estar oprimido por los otros tres poderes, pero hoy la prensa pasa a ser un opresor más en la medida que no le da buena información, le da una información que puede ser mentirosa o que puede tener un interés que no toma en cuenta el interés del ciudadano.
La manera más común de no respetar la verdad que tienen los periódicos, no es mintiendo, es sólo ocultando la verdad, no dando la noticia. El ocultamiento es una forma bastante frecuente.

--Entonces, ¿si antes los medios recibían “línea” del gobierno, ahora
reciben una “línea” empresarial?

IR---Es la línea de la empresa, exacto. Ahora los medios defienden el patriotismo de la empresa no el patriotismo del gobierno. Se ha pasado de una dependencia a otra dependencia. Pero el problema es que antes, la otra dependencia era conocida.
Ahora se dice que la prensa es libre pero se ha pasado de una dependencia del poder político a una dependencia del poder económico.

-- Es cierto que ahora cualquiera puede ‘pegarle’ al gobierno sin consecuencias.

IR--Para mí es la prueba de que hemos cambiado de época, porque al verdadero poder nunca se le toca y siempre es muy peligroso tocarlo. Lo que ocurre actualmente es que hemos cambiado de centro de poder.
Los gobiernos tienen mucho menos poder hoy que el que tenían antes, porque el poder lo tienen las empresas. En el marco de la globalización, el poder número uno es el económico.
¿Cómo lo podemos ver? Porque el poder mediático se pasa la vida atacando al poder político, tirándolo por los suelos, tratándolo de corrupto, de vendido, de inepto. Pero nadie toca al poder económico, al contrario, todos los medios están haciendo el elogio
todos los días de la globalización. ¡Es la prueba!
El primer poder es el poder económico, el segundo es el mediático y sólo el tercero es el político.

--¿Cómo nos envenena la prensa?

IR-- Es equiparable con la alimentación. Por una parte tienes en los países desarrollados una variedad de productos que no había antes --pues antes la comida era escasa y la gente moría de hambre--, pero desde la revolución agrícola hay una súper producción de comida. Pero te das cuenta de que está contaminada por plaguicidas, mal elaborada, envenenada y produce la muerte.
Pasa lo mismo con la prensa: en las dictaduras no se permitía la información y la que había no era fiable; en cambio, en los países democráticos la información es súper abundante, pero está contaminada. Hay mucha información ¡y ahora gratuita!
Esta prensa, poquito a poco, sin que nos demos cuenta, nos envenena en esta abundancia, por sobresaturación.
En el New York Times del fin de semana tienes tanta información como toda la que podía consumir durante toda su vida alguien como Cervantes. Es decir que en el siglo XVII una vida entera te permitía adquirir las informaciones que hoy puedes adquirir al leer un periódico.
La saturación es tal que vivimos en un laberinto de la información ( ...) Hay tanta información que la información te impide llegar a la información.
Y aunque hay una sobreabundancia de información, la información en todos lados es la misma. Hay un sistema de monólogo, jamás ha habido tan poca variedad de información, es la clonación de la información.
Entonces, ¿de qué sirve que haya miles de medios, si en realidad hay como máximo un discurso? ¡Ahí está la censura, esa es la censura moderna!


--¿La solución es el observatorio de medios?

IR-- No es “la” solución...

--¿Por qué no regular mediante leyes?

IR-- No creo mucho en las leyes porque esas leyes van a ser brutalmente combatidas,
porque los medios conducen esta batalla en nombre de lo que ellos llaman la libertad de expresión, pero es en nombre de la libertad de empresa...

--Pero en ciertos casos, cuando se trata de regular a la prensa, se busca imponer reglas para que no 'toquen' a los políticos, imponer lo que llamamos la ley mordaza.

IR-- Ahí entramos a un debate que pudre a la sociedad, porque todo mundo tiene razón. Cuando un gobierno quiere hacer una ley, limitando en el marco democrático, es un problema.
Los periodistas y propietarios de medios tienen razón cuando dicen que
es una ley mordaza. Y el gobierno tiene razón cuando dice que no se puede permitir que los medios hagan lo que les da la gana, porque en realidad lo que hacen es atacar al gobierno en nombre de una ideología diferente.
Tenemos el ejemplo de Venezuela, donde lo han hecho no en nombre de la verdad ni del profesionalismo.

--Usted decía que los medios han confundido la libertad de expresión con la libertad de empresa

IR-- Si un medio, utilizando métodos totalmente criticables, difunde mentiras, falsedades, calumnias contra el gobierno y si el gobierno dice que lo están calumniando el medio inmediatamente dice: “Nos quieren clausurar”.
Evidentemente van a utilizar el argumento de la libertad de expresión, pero muy
frecuentemente lo confunden con la libertad de empresa.
Ellos consideran que porque son una empresa que está en el sector de la comunicación, todo les está permitido. Como a toda empresa hay que respetarlas cuando se respetan correctamente desde el punto de vista legal, del social, pero el hecho de ser una empresa de comunicación no la hace superior a cualquier otra empresa.
De hecho, cuando hurgas, te das cuenta que defienden la libertad de empresa y cuando
defienden el neoliberalismo, la globalización, están defendiendo a la empresa por encima de la libertad de expresión.

--Una solución, entonces, es la creación de observatorios.

IR-- Entiendo que los países hagan leyes, pero lo que propongo es que haya una verdadera movilización ciudadana porque en la época en la que estamos el poder que nos queda es el de los ciudadanos movilizados. Aún podemos utilizarlo.
Hay una hiper potencia que es Estados Unidos y hay otra hiper potencia que vemos en Porto Alegre, que es la ciudadana.

--Pero esa potencia no pudo parar la guerra de Irak, con todo y sus manifestaciones masivas.

IR-- Pasó porque no están organizados, pero es una fuerza moral. Y en realidad, (EU) tampoco ha podido ganar la guerra en Irak y probablemente no la van a ganar
¿Y quién está resistiendo? La sociedad iraquí.
En definitiva, a veces se pierden batallas, pero ahí es donde se puede ganar.
Esa segunda hiperpotencia no está organizada en términos de poder, sólo de resistencia. Hay que inspirarse de organizaciones que han podido llevar a cabo una lucha.

--¿Cómo funciona el observatorio?

IR-- Su fuerza es moral. El observatorio pretende reunir a tres tipos de personas. Primero, a periodistas, que son los primeros interesados; segundo a universitarios, pues son los mejores especialistas de la comunicación y quienes mejor conocen el funcionamiento de los medios porque llevan años estudiándolos; y tercero, a usuarios porque son los
que están consumiendo los medios, y entre ellos puede haber personalidades
morales --filósofos, escritores, jueces, abogados-- que pueden servirnos.
Asociando estos tres tipos que deben estar representados de manera equitativa, podemos constituir un observatorio que imponga el respeto a todo el mundo.

--Deme casos en los que haya funcionado.

IR-- Por ejemplo, a Venezuela llegaron especialistas del mundo entero para ver y denunciar la situación, porque antes sólo se oía a los propietarios de los medios venezolanos denunciando la situación y el mundo entero creía que tenían razón. Hasta que vinieron y vieron.

--¿Cómo operan los observatorios?

IR-- En sus sitios de Internet difunden información porque, hoy día, la información es una necesidad. Lo que necesitan los periodistas es tener más conocimiento sobre su propia práctica, porque la mera práctica de la profesión no les permite forzosamente
perfeccionarse si no ven en qué territorio están. Y una de las profesiones cuyo territorio más se ha modificado los últimos 10 años es esta.
De ahí la necesidad de una reflexión teórica permanente, que el observatorio hace.
El observatorio primero analiza el funcionamiento de los medios en un momento preciso.
Por ejemplo, el brasileño observó la cobertura durante la campaña electoral y lanzó informes extremadamente serios, hechos por varios especialistas. Sus análisis muestran cómo se pueden tomar libertades con respecto a la verdad. Un observatorio puede lanzar campañas de boicoteo de medios o, en última instancia, lanzar consignas de manifestaciones delante de la puerta de un medio. O, como ocurrió en Francia, que convocó a una manifestación afuera del Ministerio de la Comunicación porque había un proyecto de privatización de medios.

-- ¿Y los medios han cambiado a raíz el surgimiento de los observatorios?

IR-- Bueno, el observatorio existe desde hace muy poco tiempo como para cambiar. Pero en Venezuela ha cambiado. Contrariamente a lo que creemos, se ha demostrado que
los medios de comunicación no son capaces de movilizar a la opinión pública, pese a su fuerza mediática descomunal. El efecto del observatorio ha permitido contrarrestar esta campaña, se han creado infinidad de medios alternativos y el gobierno he hecho una ley para evitar los ataques no fundados, no contra la política sino contra las personas.

--¿Y realmente la gente compra esta prensa de calidad que ustedes buscan fomentar? ¿Hay relación entre calidad y rentabilidad?

IR-- Hay dos fenómenos contradictorios. En todos nuestros países --en México como Brasil o Francia-- hoy día hay muchas más personas con estudios secundarios
y superiores que con respecto a hace 20, 30 años; pero la calidad la información ha
disminuido. Es contradictorio.
No es normal que un país tenga un nivel educacional mejor y que al mismo tiempo el nivel mediático haya disminuido. La gente que ha hecho estudios está frustrada cuando consume la información que consume.
Tú no puedes educarte, ser crítico y de repente ver que las noticias te las da un payaso. Ahí hay un fenómeno que no corresponde.
Hay cada vez hay más gente que consume los telediarios o la prensa porque es lo único que hay, pero está reclamando una información de calidad. Es como la alimentación: la gente está consumiendo alimentos orgánicos, que valen más caros de lo normal. Hay gente que está dispuesta a pagar más en alimentación si tiene garantía que los alimentos no tienen pesticidas.
Hoy día lo que quisiera es llegar a un kiosco y comprar prensa orgánica. Quisiera decir: “Oiga, ¿me garantiza que este periódico dice la verdad, que no miente? No me importa si es de derechas o de izquierdas, eso me da igual, lo que quiero es que me de hechos serio, objetivos, verificados”.
Sí hay gente que está dispuesta a pagar más, lo que pasa es que la prensa esa orgánica no existe. Bueno, ahí está nuestro periódico (Le Monde Diplomatique).

--¿Qué podemos hacer los periodistas para acompañar este proceso?

IR-- Es absurdo que sean héroes y que se salgan de sus periódicos. Todos conocemos a colegas muy honestos que trabajan para periódicos y tienen que ganarse la vida. Y qué bueno que están ahí porque defienden una forma de periodismo diferente --en la medida de sus posibilidades-- porque evidentemente hay un posibilismo.
En la medida en que hay un observatorio, los periodistas nos pueden ayudar a informar lo que no funciona, y si no, este es el momento de crear nuevos
periódicos. Esta generación debe ser la creadora de estos medios orgánicos organizados en redes.

2 Comments:

At 02:40, Blogger Juan Carlos Romero said...

Estimada Marcela. Voy leyendo poco a poco los post y voy formando algunas reflexiones que por ahora no expresaré mayormente. Lo único que sí puedo decir es que los medios se han tomado demasiado en serio un papel que no tienen: el de Ministerio Público.
Lo primero y más importante en esta labor es convencerte de que tus lectores (para el caso de la prensa escrita) son inteligentes; tu obligación primera y fundamental es darle a tu público INFORMACIÓN de modo que sea cada uno quien tome la mejor decisión. Cada vez es más común ver a los reporteros que se enorgullecen por el golpe asestado a "x" o "y" funcionario, sin pensar por un sólo momento si el dato es útil. A esto añádele que las notas están cada vez con más frecuencia atribuidas a fuentes anónimas, haciendo del periodismo un oficio de cobardes.
No sé quién decía que al pueblo había que llevarlo a fregadazos a la conquista de sus libertades. No estoy de acuerdo... Nuestra chamba es dar cuenta de la noticia con la mayor cantidad de elementos posibles para que tu lector comprenda mejor su dimensión. Nada más. El resto es hacer proselitismo por causas en las que TÚ crees. Un abrazo a ti y a Marco Gonsen donde quiera que esté.

 
At 07:33, Anonymous Anónimo said...

¿regular los medios?
que forma tan mentirosa y manipuladora para decirnos que tenemos que ver, pensar, creer, etc. ese fulano es un nazi!!!!!

cada vez que alguien dice que la sociedad tiene que regular, siempre se imaginan a sus cuates en ese comite de censores.

el tipo ese habla de los medios como si fuesen todo.
¿y que si los ciudadanos queremos suicidarnos o comer basura? ¿o ver tele?

Usa TU cerebro y deja de pensar que los europeos tienen algo que enseñarnos. europa solo ha sido la podredumbre de la humanidad.

Diversidad es el camino, la competencia y la gente decidiremos que queremos, asi ha sido el mundo desde hace 5,000 millones de años y ya llegamos hasta aca.

 

Publicar un comentario

<< Home